Los rosales pueden podarse desde finales de marzo; utiliza unas tijeras de podar limpias y afiladas. Hasta una altura de 45 cm. en el caso de los arbustivos, mientras que los rosales en pie se podan por encima del lugar del injerto. Recorta las ramas hasta una longitud de 40 cm. como máximo, justo encima de una yema. Los llorones se pueden dejar un poco más largos.
En el caso de los trepadores no deben podarse las ramas principales, pero sí las laterales, rigurosamente hasta por encima de la quinta yema. Los viejos rosales trepadores pueden rejuvenecerse cortando desde abajo una rama principal vieja.
Es recomendable podar ahora un seto de aligustre que necesite un rejuvenecimiento, utilizando una podadora. Mantendremos sólo las ramas principales fuertes hasta una longitud de entre 50 y 100 cm. Hay que hacer lo propio también con la hiedra, cuando haya formado ramas que cuelgan sueltas. Asimismo, elimina a tiempo los pedúnculos que se hayan adherido a la madera de las ventanas o a los canalones del tejado.
La clemátide de floración tardía debe podarse hasta justo por encima del suelo. Estate atento, ya que a los caracoles y babosas les encantan los brotes jóvenes. En cuanto al espliego y al brezo, usaremos un cortasetos, pero con cuidado de no pasarnos y llegar hasta la madera pelada.
Sólo de la hortensia puedes podar todas las ramas hasta justo por encima del suelo. El resto de variedades, las dejaremos como están hasta mayo. Además, es posible cortar algunas ramas de un prunus y ponerlas en un jarrón. Así trasladarás la primavera a casa, con estas ramas en flor que se abren tan pronto.
Respecto al huerto, ya puedes sembrar guisantes, habas y escorzoneras en el suelo al aire libre.
El césped, dependiendo de las temperaturas del mes, ya podremos empezar con su preparación. Debemos airear el césped pinchando el suelo con un horcón y extender después un abono completo para favorecer el crecimiento de la hierba. Si ha habido un buen tiempo, la primera poda del césped ya podrá realizarse a finales de este mes (lo sabremos fácilmente cuando veamos cómo ha crecido). Ya podemos sembrar césped nuevo. Es recomendable elegir las semillas más adecuadas y tener también en cuenta para ello el uso que le daremos al césped.
Es posible soltar la llamada 'capa de fieltro' con un rastrillo. Al hacerlo, la hierba obtendrá espacio para crecer. Gracias a que se airea el subsuelo, las raíces se desarrollan mejor.
Si el césped ha crecido demasiado, no lo siegues excesivamente corto. Una altura de 4 a 5 cm. resulta perfecta. Esparce sobre el césped una capita de compost (de 1 cm. como máximo); penetrará en el suelo por sí solo cuando llueva.
Fuentes: www.plantasyhogar.com, www.loculao.net. www.interempresas.net
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